El sueño de Leire era el
diseño de zapatos, pero lo dejó... por falta de inspiración.
De día trabaja de dependienta vendiendo los diseños de otros. Y por las noches
baila, en un pedestal de gogó, sobre unos zapatos robados.
Durante los últimos cinco años ha compartido su vida con Kun, el hombre con los
zapatos de otro. Cuando Kun duda de sus sentimientos, el mundo de Leire se
derrumba. Y es que los peces, de tanto comer se mueren.
Leire vaga por las calles,
llora,
el ruido de la ciudad le recuerda a Kun,
tiene ganas de hacer algo drástico,
de repente le apetece ver a su padre...
Sin embargo, gracias a su amigo Javier, a personas que dejó atrás y a una ciudad
en la que tiene recuerdos de cosas que jamás ha vivido... Leire deja de sentir
que se muere por dentro, y recupera aquellos sueños que dejó abandonados en el
camino.
Leire y Javier
Leire, la mujer de los tacones robados
Kun, el ruido de la ciudad me
recuerda a ti... Y no sé por qué
¿Qué vas a hacer? Algo más
drástico que emborracharte, o menos que hacerte bollera
Drogas y mal de amores... mala
combinación
No todo sigue igual después
de cinco años
Ahora estoy tranquila. Al
menos siento que no me muero por dentro
¡Ay! que bien Lisboa, Javier